Humberto Grimaldo, egresado en 1986 del Colegio San Bartolomé La Merced en Colombia, coordinador General del Observatorio de Responsabilidad Social para América Latina y el Caribe de la UNESCO, ORSALC, visitó Cuenca para comentar detalles del VI Foro Regional de Responsabilidad Social que se efectuará en octubre próximo en la UNAE. Bajo esta coyuntura, responde a El Tiempo algunas inquietudes acerca del tema.
¿Cómo ha evolucionado el concepto de Responsabilidad Social?
Es un tema que se viene trabajando más o menos desde hace 20 o 25 años, fue la Organización Internacional del Trabajo la primera que acuñó el término de Responsabilidad Social como el compromiso que se debe tener con las poblaciones vulnerables. Eso después evolucionó en la responsabilidad social empresarial, derivó en la universitaria, y ahora nosotros en la UNESCO, estamos pensando en la responsabilidad social territorial.
En grandes líneas, la responsabilidad social está en el marco de los deberes humanos. Los deberes se tienen que entender como las respuestas, es decir, las responsabilidades por aquellos beneficios que tenemos. No puede haber una disociación entre derechos y deberes.
¿Quiénes deben ejercerla?
La Responsabilidad Social es asunto de todos y cuando hablamos de territorio, el territorio les compete a los gobiernos, al sector productivo, a las organizaciones de la sociedad civil y a las casas de estudio, porque la UNESCO piensa que la educación es de la cuna a la tumba, es decir permanente. Somos sujetos permanentes de educación: básica, media, superior, y educación en el adulto mayor, entonces la responsabilidad social es un ejercicio de todos.
¿Cuáles son los primeros pasos para acercarse a la Responsabilidad Social?
No debe ser un ejercicio cosmético, porque al ser un ejercicio cosmético es casi un cumplimiento, ‘cumplo y miento’, es decir, maquillo las cosas, preparo de la mejor manera para que todo salga bien, presento los informes.
Va más allá del impacto, debe generar efectos sistémicos, transformadores. Hasta pasa con universidades que convierten a las comunidades en objetos de estudio, uno va a la comunidad, la analiza, saca datos, pero la comunidad no se transforma y ese no es el objetivo. El verdadero propósito es el trabajo con personas; es decir, hacerlos también sujetos de su propio cambio. El universitario tiene esa misión.
Entonces, ¿qué acciones podemos hacer para ser socialmente responsables?
Uno piensa que el tema es como una ilusión, una cosa eterna que no la aterriza en el presente. La responsabilidad social tiene que ver con qué comemos, cómo nos desplazamos, qué consumimos, cómo son nuestras relaciones interpersonales, si uno empieza a transformar eso, es decir, preguntarnos cómo son mis hábitos de comida, de desplazamiento de consumo, es un gran inicio.
Yo creo que hay que hacer un consumo responsable, volver a las ciudades, que sean inteligentes, es decir ciudades amables, donde el espacio público sea respetado.
Utilizar bien el paso cebra, por ejemplo, es un acto responsable. El tema tiene que ver con la cotidianidad, con el respeto, con la solidaridad, con la subsidiariedad y equidad. ¿Qué quiere decir ‘equidad’?, que todos somos iguales, y esa igualdad no quiere decir que estemos todos de acuerdo, sino que en el disenso vamos generando consensos.
¿Qué transformaciones vive una comunidad o un espacio específico al aplicar este concepto?
Va generando acuerdos internos y va mejorando las condiciones, pero además los liderazgos. Yo creo que la verdadera Responsabilidad Social comunitaria es entender los problemas de la comunidad en el territorio. Cada territorio es distinto de los demás. En Cuenca hay muchos, entonces que cada uno se haga responsable del suyo. La Responsabilidad Social parte de la personal, y el primer territorio es nuestro cuerpo.
¿Qué tan responsable es Cuenca?
Bueno, estoy llegando hasta ahora, pero tienen ustedes una ciudad patrimonial bellísima y lo primero que veo es el cuidado por el patrimonio, el patrimonio como asentamiento vivencial de la tradición. Yo creo que ustedes los cuencanos viven sus tradiciones.
Estuve en Ingapirca, donde va a ser nuestra comunidad hermana del foro regional que estamos organizando y realmente es edificante. En educación superior han logrado avances, eso para mí es muy importante.
Cortesía de: https://www.eltiempo.com.ec/noticias/novedades/1/duran-la-responsabilidad-social-no-debe-ser-un-ejercicio-cosmetico