Llega la Navidad que nos invita a orar, amar, perdonar…… La Navidad es volvernos niños y alegrarnos con todo lo sencillo y bello que se convierte en alegría en los ojos y los labios de los que son inocentes y tienen la capacidad de admirarse de todo lo bueno que existe en el mundo.
La reciente visita del Papa Francisco, llegó a lo más profundo del corazón de la mayoría de los colombianos. Por favor no olvidemos lo que nos enseñó tan auténticamente interpretando el saber y la voluntad de Dios en beneficio de nuestra patria y de la fe que profesamos en nuestra Iglesia Católica.
Volvamos a leer algunas de las frases más bellas y ciertas sobre nuestra realidad Colombiana….
“Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”.
“Aun cuando perduren los conflictos, violencia o sentimientos de venganza, no impidamos que la justicia y la misericordia se encuentren en un abrazo que asuma la historia de dolor de Colombia”.
“Por favor, les pido que escuchen a los pobres, a los que sufren. Mírenlos a los ojos y déjense interrogar por sus rostros surcados de dolor y sus manos suplicantes”.
“Jóvenes: ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que se propongan! ¡No le teman al futuro! ¡Atrévanse a soñar en grande! A ese sueño grande los quiero invitar hoy”.
“Pienso en tantos jóvenes amenazados por el vacío del alma y arrastrados en la fuga de la droga, en el estilo de vida fácil, en tentación subversiva”.
“Ustedes (Obispos) no son técnicos, ni políticos: Son Pastores. Es importante callejear la fe. El diablo entra por el bolsillo. No seremos discípulos tristes ni apóstoles amargados”.
¿De qué sirve ganar el mundo entero si queda el vacío en el alma? Hay que aplicar las leyes…. No la ley del más fuerte.
Hace falta llamarnos unos a otros, hacernos señas…. Volver a considerarnos hermanos, compañeros de camino, socios de esta empresa común que es la patria.
Todos somos vulnerables. Basta una persona buena para que haya esperanza, y esa persona buena puede ser cada uno de ustedes”.
Que esta Navidad sintamos la evidencia de ser bartolinos amantes de la paz y constructores de una nueva Colombia. Oremos unos por otros.