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La Nasa: Un rumbo Inesperado

Fernando Peralta, Exalumno Bartolino. Ingeniero aeroespacial en JET Propulsion Laboratory, NASA

Fernando Peralta, Exalumno Bartolino. Ingeniero aeroespacial en JET Propulsion Laboratory, NASA

El cuento que les voy a narrar es muy particular e intimo ya que cambio el rumbo de mi vida de una manera trascendental en un transcurso de no mas de 20 segundos.

Fernando Peralta, Exalumno Bartolino en la Nasa
Fernando Peralta, Exalumno Bartolino. Ingeniero aeroespacial en JET Propulsion Laboratory, NASA

Soy exBartolino no porque me haya graduado del San Bartolo sino porque en un lapso de un par de semanas fui expulsado, readmitido, pero últimamente tome la decisión de terminar el bachillerato en otro colegio. Y todo esto como consecuencia de los 20 segundos que cambiaron mi destino. A pesar de esto, agradezco la formación que recibí del colegio pues es en gran parte la razón de quien soy hoy en día.

Estudié en el San Bartolo desde kínder hasta cuarto de bachillerato, 1962 hasta 1972. Viví mi infancia y gran parte de mi adolescencia en el San Bartolo. Después de tantos años, me encanta volar con mi imaginación para llegar a todos los rincones del colegio. Cuando digo todos los rincones, me refiero a que jugaba con compañeros, a la precoz edad de once años, en los lugares prohibidos para los estudiantes. Tales como el que antes se conocía como “La Clausura” el cual era la residencia de los sacerdotes y hermanos Jesuitas. Corría por sus enormes y oscuros corredores además de subir y bajar por los antiguos ascensores que más se parecían a una celda por la reja que cerraba la doble puerta. Igualmente viajo innumerables veces por los bosques del colegio recorriendo los muros que eran los limites del colegio con el mundo exterior, lugares también prohibidos a los estudiantes. Con frecuencia, retorno a todos estos lugares familiares que me traen recuerdos calurosos e inolvidables y en ciertas ocasiones llenos de picardía.

Pero hay que introducir otros ingredientes para que este cuento tenga sentido. Confieso que estaba harto del algebra y la geometría pues mi relación con los profesores de estas materias no era nula sino mas bien negativa. Por lo tanto, mis antecedentes con la rectoría eran conocidos y no creo que me vieran como una joya sino mas bien como “joyita”. Como mención de honor en la revista Juventud Bartolina del año 1968, pagina 52, “había una barrita como la de los tres chiflados (Caicedo, Peralta, y Landazabal) que querían formar un estado independiente (cosa no permitida en los estados nacientes)”. El hecho es, tuve que revalidar algebra y geometría para ser admitido en el nuevo colegio. Admito con respecto a mi comportamiento que yo era muy inquieto pero mis educadores me consideraban un problema.

La ironía, es que soy Ingeniero Aeroespacial donde los requisitos en las áreas de matemáticas y física son bastante estrictos. Actualmente trabajo en la NASA/JPL/Caltech desde 1988 donde he tenido la oportunidad de diseñar misiones interplanetarias a Saturno, Cassini-Huygens, misiones diversas que aún se encuentran en órbita alrededor de Marte, y muchas otras que me han hecho sentir que pague la deuda con mis profesores de algebra y geometría.

Fernando Peralta, Exalumno Bartolino

Ahora si, la razón ultima de mi expulsión y readmisión al colegio. Con toda honestidad, fueron veinte segundos de esa risa sin sentido que mira uno al compañero de al lado y ambos no pueden contener la risa sin saber siquiera porque se ríen. Desafortunadamente, ocurrió durante la clase con Granaditos quien pensó que me burlaba de el y exigió mi expulsión inmediata del colegio. Para aquellos que no saben quien era Granaditos, fue un sacerdote muy jocoso, tal vez cerca de sus ochentas cuando aun dictaba clases de geografía e historia. Sus clases eran muy amenas y Granaditos era el autor de los libros de historia y geografía de Colombia que se distribuían en todo el país. Estamos hablando de una eminencia a quien no solamente yo admiraba sino con quien disfrutaba de una gran camaradería. Gozaba del privilegio de jugar con él “fechitas” en varias ocasiones. Granaditos tenia una libreta de buen tamaño en la que tenia escrito eventos históricos a nivel mundial los cuales estaban acompañados del día, mes, y año en que ocurrieron. Bien le podía uno leer el evento y el tenía que decir la fecha exacta tal como estaba escrita en su libreta o le daba uno la fecha y el tenía que describir el evento que concordaba con la fecha. Si erraba en cualquier ocasión, me debía un responsorio. Con sus ochenta y algo de años, nunca falló en las innumerables ocasiones que jugamos “fechitas” come le llamaba Granaditos. Esta era una de sus maneras de mantener su mente en forma. Disfrutaba además como remedaba a otros sacerdotes, para reventar a cualquiera de la risa. Finalmente les cuento que jamás me he disculpado con nadie como lo hice con Granaditos por esa risa incontenible pues realmente fue un malentendido ya que nunca se me hubiera ocurrido ofenderlo. Que en paz descanses Granaditos.

En fin, me cambié a un colegio mixto donde me enamore perdidamente de mi futura exesposa, con quien comparto dos admirables hijos. Esta relación me brindo no solamente lo mas hermoso en la vida que son los hijos, sino que además me abrió los ojos al mundo del arte. Su padre era un pintor muy famoso en Colombia y Latinoamérica, y su madre una gran escultora. Una de sus tías por el lado materno era escultora y la otra soprano de ópera. También me proporcionó una familia con quien aun mantengo una relación muy cercana. Mi mejor amigo a quien conocí hace ya treinta y ocho años en lo EE. UU., lo conocí pues era un pintor quien quería ponerse en contacto con la hija del “maestro”. Estas relaciones influyeron, sin darme cuenta, en que estudiara además fotografía, cine, dibujo y pintura veinte años después de que esas puertas se hubieran abierto.

Todo este cuento y panorama lleno de una multitud de posibilidades se reduce a los veinte segundos de una risa incontrolable de la que aun no se ni porque me empecé a reír. Me ha enseñado a tener paciencia y esperanza con aquellos estudiantes que parecen no tener arreglo buscando la manera de enseñarles de una manera optima y positiva. También me recuerda constantemente que la vida puede tomar un rumbo inesperado en cualquier instante y sin advertencia alguna. Sea cual sea ese rumbo, hay que tomarlo con la mejor actitud posible pues las posibilidades son innumerables.

Fernando Peralta, Exalumno Bartolino. Ingeniero aeroespacial en JET Propulsion Laboratory, NASA

1 Comment

  1. Luis Javier Gallón Giraldo dice:

    Fernando Peralta, estudió inicialmente con los de la promoción que se graduó 1973 y en 1º de Bachillerato lo alcanzamos los que íbamos a ser la promoción del 74 (íbamos, porque yo pinché). Gracias por su articulo y por no echarme a la guerra contando que ese compañero que le contagió la risa en clase con Granaditos fuí Yo, el Mono Gallón tal como me lo recordó Ud hace cerca de un año cuando nos reencontramos gracias al mundo virtual y las reuniones por ZOOM. Hoy ya no me angustia tener la culpa de estarme riendo ese día y de lo que le pasó. Lo que sucedió fue muy bueno para la humanidad pues contamos con un Ingeniero Aeroespacial que trabaja por el desarrollo de la humanidad. GRACIAS FERNANDO, gracias por acordarse de nosotros

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