La historia de un médico que se reinventó para compartir mensajes de esperanza durante la pandemia.
Por: Mauricio A. Salas – Bartolino 1979
El 11 de agosto, cinco meses exactos después de que la OMS declarara como pandemia la presencia de la covid-19 en el planeta, Colombia superó los 410.000 casos confirmados. El total de recuperados pasó los 230.000 y el número de contagiados fue el más alto hasta la fecha, con 12.830.
El médico Luis Alejandro Salas Lezaca optó por hacer lo que mejor sabe: compartir mensajes educativos de cuidado y compromiso, esperanza y optimismo.
La famosa curva sigue en inevitable ascenso y el país está entre las diez primeras naciones que tienen más casos de contagio. Mucho se ha logrado, pero el mal persiste y seguirá golpeando, en ciudades y campos, durante años quizás.
El confinamiento estatal adoptado para desacelerar la propagación terminará a final de mes y los resultados y eficacia dependerán, en gran medida, de lo que cada uno haya hecho y continúe haciendo. Es así de simple y de complejo, cosas de este tipo de pestes.
La situación actual ha motivado la generación de información y contenidos para todo tipo de públicos. El periodismo en salud ha experimentado notorio impulso, incrementando su valor y destacando su importancia social. Ejemplos de toda clase y calidad hay en prensa escrita, radio y televisión, entre otros.
En medios alternativos, no tradicionales, comunicadores y conocedores del área de la salud se han acercado y han llegado a acuerdos sobre temáticas, lenguaje y formas, aprovechado fortalezas mutuas para sacar adelante proyectos comunes.
Ese diálogo de saberes, esta relación interdisciplinaria Salud-Comunicación, tiene gran trascendencia y exige altas dosis de responsabilidad, transparencia y ética, cuando de motivar a la acción y apoyar la resolución de problemas se trata. El siguiente caso es una muestra de las estrategias que han venido surgiendo durante la emergencia.
Poco antes de finalizar marzo, el médico javeriano Luis Alejandro Salas Lezaca, con 88 años de edad y secuelas de un infarto cerebral hace 21 meses, optó por hacer lo que mejor sabe: compartir mensajes educativos de cuidado y compromiso, esperanza y optimismo. Para ello reactivó en YouTube la idea del programa de salud y bienestar que creó, manejó y sostuvo al aire durante poco más de treinta años, en Radio Sutatenza, hasta inicios de 1989, cuando la cadena de emisoras dejó de existir.
Las generaciones que oyeron su espacio radial –campesinos, principalmente– asocian el nombre del Dr. Salas con la frase de bienvenida y despedida que él mismo acuñó y ahora da nombre a su fugaz incursión como youtuber: ¡Salud, amigos! Durante 50 días, sin interrupción, el médico asumió como bandera hablar de temas que a todos sirven y competen, para enfrentar una situación de inminente peligro que desconocíamos plenamente: la pandemia por coronavirus.
Para su cruzada, el médico tenía a mano las siguientes herramientas: ganas de ayudar, conocimientos en salud, espíritu investigativo, set de grabación (su residencia), teléfono celular, la colaboración de dos de sus hijos –un comunicador, en casa, y otro docente de arte, a distancia– y el apoyo de Isabel, su esposa por casi 65 años.
Con estos recursos, el Dr. Salas “se echó al agua”, como tantas veces hizo durante su carrera de educador, el siglo pasado, en Acción Cultural Popular, ACPO, fundación pionera en el uso de medios de comunicación para la educación campesina, creadora de Radio Sutatenza.
“Tenemos que seguir las normas de higiene que se están proponiendo, especialmente de limpieza y de aseo, para prevenir el mal; es mejor prevenir que tratar de remediar”, dice el médico en su primera salida, el 22 de marzo.
El objetivo estaba claro desde el principio: presentar ideas básicas, de manera sencilla, para llegar a la gente con una voz de orientación y aliento, y motivarla a la acción personal, familiar y social. Mientras se iba creando el programa, el Dr. Salas también aprendía sobre covid-19 y esto lo motivaba aún más.
Los mensajes de ¡Salud, amigos! tienen, entre uno y medio y poco más de tres minutos de duración (puede ver la serie completa aquí). Ninguno tuvo libreto escrito de antemano; el médico investigaba y precisaba temas y nociones, los debatía con su hijo/director y luego, “a grabar se dijo”, sin cortes.
El segmento escogido y el material para frases y títulos eran subidos a la nube, de donde eran descargados por el hijo/editor, quien armaba, graficaba, pulía y devolvía el producto terminado para comentarios. En ires y venires se decidía lo que finalmente sería cargado a YouTube y luego, usando WhatsApp y Facebook, se promocionaba cada título entre amigos y conocidos.
A lo largo del proyecto se trabajaron conceptos con nombres como: ‘Sigamos las reglas de higiene’, ‘Atendamos al enfermo y busquemos ayuda’, ‘Conozcamos los síntomas del mal’, ‘Cuidémonos entre todos’, ‘Enfrentemos la pandemia sin pánico’, ‘Bien organizados nos va mejor’, ‘Dejar la cuarentena requiere orden’, entre otros. En los videos prima lo práctico sobre lo teórico, siempre respaldado por reflexiones motivadoras y esperanzadoras.
A partir del video número cuarenta, en la recta final de ¡Salud, amigos!, el Dr. Salas lanzó una propuesta a sus seguidores: elaborar el plan de acción para covid-19. El Plan tiene como propósito definir un conjunto de tareas a seguir, de tal manera que cualquier persona o grupo pueda diseñar, elaborar y tener a mano su mapa de ruta para atender la emergencia, con tranquilidad, en caso de necesidad.
Este ejercicio, de singular utilidad, tiene marcada relevancia ahora –cuando el país llega al pico de la enfermedad– y puede evitar angustia y complicaciones innecesarias en los hogares. El 10 de mayo, día en que se subió el último mensaje de este original proyecto, el reporte publicado por el Ministerio de Salud y Protección daba cuenta de 11.063 contagiados, 2.075 recuperados y 463 fallecidos. Hoy, la historia es otra y alcanza su etapa más crítica en Colombia.
Buena parte de lo que queda por hacer para resolver el problema es seguir impulsando ideas esenciales de prevención y acción, que ayudarán a que nos “enfrentemos (a) esta pandemia con fe y esperanza, en paz, con tranquilidad, pero con actividad”, como sugiere el Dr. Luis A. Salas, promotor del uso alternativo de medios, educador, servidor y motivador de la gente. ¡Salud, amigo!
MAURICIO A. SALAS
Artículo cortesía de www.eltiempo.com