Mauricio Guerra, director de seguridad de la información y director de The Dow Chemical Company
Mauricio Guerra Vélez
Donaldo Ortiz Lozano, SJ
Editorial – Enero 2019

El trabajo Colaborativo, volver a la esencia

Por: Luis Fernando González Camerano, Bartolino 1996

Introducción: Las dinámicas de trabajo están cambiando y cuál es el papel de los diseñadores y corporaciones en estas transformaciones?Desde hace varios años se ha venido dando una transformación en la esencia del trabajo, las estructuras organizacionales y los modos de medición de éste, lo que ha producido bastantes interrogantes en la manera como las corporaciones deben afrontar estas nuevas dinámicas y tendencias.

El concepto de trabajo colaborativo surge como respuesta a necesidades, no solo de mejorar la productividad y el ambiente laboral, sino como una fuerza de romper barreras físicas de la oficina tradicional. Barreras que en un ambiente de eficiencia y productividad resultan bastante ineficientes, con pocos argumentos a su favor.

La propia definición del modelo de trabajo productivo actual da sentido a estos nuevos espacios, donde la visión de generar mejores ingresos, con mejor ambiente y a menor costo, es una respuesta necesaria a la hora de pensar en la oficina, su distribución y su diseño. Aprender que un excelente trabajo resulta de entender la interdisciplinariedad de cada proceso que se desarrolla y así de la buena interacción de los participantes en cada uno de éstos. Factores que se dan a través del cambio de los jefes por los lideres, del mandato por el apoyo y liderazgo dentro de las estructuras corporativas, enfocándose en resultados eficientes y ambientes de creatividad y productividad, ante qué control y protocolos.

Fuente: www.evelinruz.com
Fuente: www.evelinruz.com

Es así como resulta importante pensar en que las dinámicas actuales de trabajo y productividad corporativa, interactúan con todos los elementos que la componen: Estructura Organizacional, políticas corporativas y espacios eficientes. Este último punto se ha visto representado por dinamizar ese obsoleto escritorio de grandes proporciones, con oficinas cerradas y pocos espacios abiertos, para lograr ambientes mucho más sociales, de compartir e integrar, generando experiencias en las diferentes actividades a realizar. El a
La aparición de oficinas con gran colorido, transparencia y muy pocas divisiones, es el resultado de la integración enfocada al bienestar de los empleados que resulta siempre en sustanciales mejoras para las corporaciones, es decir a mejor ambiente mayor rentabilidad. Como argumento basta ver las cifras de GPTW (Great Place to Work), Google y aquellas empresas que han avanzado en determinar que la mejor inversión está en el bienestar de sus empleados, colaboradores y usuarios.

Fuente: www.blackxhouse.com
Fuente: www.blackxhouse.com

Estos factores de ahorro y productividad están más que comprobados y se podría hablar de un efecto donde entre un 30% a 50% del espacio actualmente utilizado por las oficinas resulta ineficiente y perfectamente podría ahorrarse o generar en éstos ambientes de bienestar para los empleados, aumentando la comunicación, los resultados y la productividad. Las cifras no mienten, se estima que en un espacio de oficina tradicional se necesitan entre 9 y 12m2 por persona, mientras que en espacios colaborativos la cifras perfectamente pueden estar en el rango entre los 4 y 7m2 por persona, sin embargo, esto solo es uno de los puntos de eficiencia, por otro lado, están las inversiones en mobiliario que pueden disminuir en un 50%, mejora en ambiente laboral y retención de talento 20%, reducción en consumo energético 30% entre otros beneficios, lo que implica un total de ahorros y eficiencias que pueden ascender a un 60% de lo que actualmente se gasta en Recursos Físicos e Infraestructura para la operación. 

Fuente: Luis Fernando González/archivo personal
Fuente: Luis Fernando González/archivo personal

Aunque las cifras resultan contundentes, estos nuevos conceptos no resultan ser tan bien recibidos en nuestra actual dinámica laboral, la dificultad de adaptarse a los cambios en estructuras tradicionales es un gran reto, los persistentes ¨egos¨ laborales impiden que estas nuevas dinámicas productivas y eficientes se abran campo fácilmente. Lo claro es que el mundo laboral sigue en constante movimiento, las nuevas generaciones están exigiendo cambios y el éxito corporativo está en lograr adaptarse rápida y eficientemente a las necesidades del mercado, más aún en un mundo globalizado y tecnológico que avanza apresuradamente.  

 

Luis Fernando González - Bartolino 1996

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